lunes, 29 de marzo de 2010

Instantes...


En algún momento, el cual te es difícil recordar estuviste enamorado. Cada instante era eterno, placentero, encantador. Sus ojos, su sonrisa, su actitud coqueta y su forma de ser llena de vida y su jovialidad fueron la razón de ese sentimiento.



No recuerdas cuál de todas tus inmadureces te llevó a trastabillar y posteriormente a errar. Qué pasó, que faltó, que falló, no lo sabes, solo recuerdas que hubieron momentos muy lindos vividos y que disfrutaste al máximo.


No recuerdas más, todo es muy vago, en ocasiones aún sigue siendo muy confuso. No sabes por qué no recuerdas con exactitud lo que pasó, tal vez sea porque no quieres recordar lo sucedido.


Recordar es volver a vivir y volver a vivir es volver a estremecerse, es volver a sentir ese intenso vacío en el pecho. Recordar es volver a estar inmerso esa oscuridad fría, silenciosa, taciturna, criptica, llena de nostalgia y tristeza. Recordar no es lo más fácil para ti. Ahora lo has olvidado todo, el tiempo fue tu mejor aliado, ha sido la panacea de tus tristezas.



Estuviste enamorado y conocíste lo que es amar. Amaste y fuiste amado por un instante, una fracción muy relativa, sabias a lo que te enfrentabas, te armaste de valor, cada día era una estrategia nueva. En algunos momentos te preguntabas si en verdad valía la pena. Nunca supiste la respuesta, siempre estuviste confundido. Aunque murmuraban por ahí atrocidades de ella tú la quisiste, su situación nunca te importó, siempre la comprendiste. Nada te importó.

No estás enamorado en este momento simplemente disfrutas de cada poema, de cada letra que cae junto a otra y se va acomodando para darle vida a esos sentimientos y poder expresar lo que es amar.



Cuando un corazón ha sido roto y le es difícil volver a sentir es necesario que los sentimientos expresados a través de letras lo resuciten. Y le enseñen lo lindo que es volver a amar. Simplemente intenta una vez más y verás…

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