viernes, 22 de enero de 2010

Manuel M. Flores.

(San Andrés Chalchicomula, Puebla 1840 - México 1885)

Manuel M. Flores (1840-1885), poeta romántico mexicano. Dentro del romanticismo mexicano es el poeta que mejor logra expresar una sensualidad no alejada de lo real en una poesía apegada a la vida. Si Manuel Acuña se suicida por Rosario de la Peña, Flores establece una relación con ella.

Nació en San Andrés, Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán, Puebla en 1840, al pie del hermoso volcán El Citlaltépetl, “coronado por eternas nieves”. Fue un hijo amantísimo, un hombre modelo de honradez y lealtad intachables, con nobleza de sentimientos, en la época en que la palabra de un hombre era garantía de honestidad y honor.
Estudió Filosofía en el Colegio de San Juan de Letrán, con Ignacio Manuel Altamirano, Javier Chavero, Florencio M. Del Castillo y una pléyade de pensadores liberales que más tarde fueron gloria de su partido y de la patria. En 1859 abandonó los estudios para incorporarse al partido liberal, participó activamente en defensa de la patria durante la segunda intervención francesa. Estuvo preso en el Castillo de Perote y cuando la República fue instaurada obtuvo el cargo de diputado. Como la mayoría de los poetas mexicanos, su actividad literaria estuvo compaginada con su labor política. Con algunos de los sobrevivientes que formaron parte de la academia de San Juan de Letrán, al que pertenecieron escritores tan importantes como Ignacio Ramírez, y que representó el primer esfuerzo para un movimiento literario, en la segunda mitad del siglo XIX, se funda el Grupo Liceo Hidalgo encabezado por Ignacio Manuel Altamirano, al que perteneció entre otros, Manuel Acuña. Formó parte del Liceo Hidalgo y del grupo de escritores ligado a Ignacio
Manuel Altamirano le prologó su primer libro, Pasionarias, publicado en 1874. Póstumamente aparecieron Páginas locas (1903) y Poesías inéditas (1910), y en 1953, más de cien años después de su nacimiento, Rosas caídas, su diario.

Manuel María Flores trabajó como profesor de literatura y al dedicarse
a la política ocupa el puesto de diputado, representando al Partido
Liberal. Aunque estudió filosofía en el Colegio de San Juan de Letrán,
no terminó sus estudios. Combate en Puebla contra los franceses por
quienes es apresado y encerrado en el castillo de Perote.

El único libro que publica es Pasionarias (1874), con temática erótica. De forma póstuma se le editaron sus Poesías Inéditas (1910) y su diario personal Rosas caídas (1953).
Se relacionó Sentimentalmente con Rosario de la Peña, Musa inspiradora de otros grandes poetas como Manuel Acuña (quien se suicidó por ella) y José Martí.
Tiene como contemporáneo a Ignacio Manuel Altamirano.
Manuel M. Flores murió en la Ciudad de México, en 1885 enfermo y ciego en la madurez de su vida, dejando en su obra literaria el fiel retrato de su alma siempre abierta a la ilusión al ensueño y a la esperanza.
Su legado es orgullo hoy de la literatura mexicana y todo aquel lector aficionado a la poesía debe conocer a este excelente poeta originario de Puebla.

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