sábado, 3 de octubre de 2009

Cansado de su razón de todo quisiera irme.





Note el suave piso de madera en las rodillas y luego en las palmas de mis manos, y al final, contra la piel de mi mejilla. Esperaba poder desmayarme, pero para mi desgracia no perdí la conciencia. Las oleadas de dolor, que apenas me habían rozado hasta ese momento se alzaron y barrieron mi mente, hundiéndome con su fuerza.


Y no salí a la superficie.

<< ESTEPHENIE MEYER >>

“Harto de toda razon

por una pausa de la muerte grito

al ver como se mendigan los meritos

y floreciente el vacio

la inocencia de la Fe violada

y el áureo rostro del honor vendido

el Himen de la virtud subastado

y su perfección para equívocos ruines

y el poder inflamado por cohechos

y el arte seducido por la autoridad

la censura del Talento por necios y carcelarios

la sencilla verdad vestida de juez solemne

y el corazón timado, al servicio del dolo…



Cansado de su razón

de Todo quisiera irme.



Pero al morir,

mi amor quedaría sola…”

(W. shakespeare, sonnets, LXVI; versión (libre) RDLS)

 
Sinceramente, este dolor me agobia...

 B.T.M.

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